Poder convertir una idea en algo palpable es una cosa que me encanta. La parte que más me gusta es el proceso; como un ritual cojo las telas, los alfileres, la cinta métrica y las tijeras. Desdoblo la tela y la pongo bien lisa. Marco los patrones. Con las tijeras corto la tela y empieza la magia! La tela deja de ser tela para convertirse en algo nuevo. Las piezas se van uniendo, puntada a puntada. Cuidando los detalles. Ante mi aparece el objeto, tan bonito, tan único. Ansioso por encontrar a la persona que se enamore de él.
